Nuestra historia comienza hace 100 años en un pequeño pueblo de Polonia. Las grandes familias de Europa compraban los cubiertos de nuestra familia, una de las únicas con talleres de fabricación de cubiertos de plata en la región. Sin embargo, debido a la II Guerra Mundial, emigramos de Europa con una gran idea: llevar nuestros cubiertos a América, más precisamente a Buenos Aires, Argentina.

Esperamos muchos meses en el puerto a que llegaran las máquinas de nuestro taller, hasta que un día la espera terminó y vimos cómo desembarcaba lo que significaba un nuevo comienzo para nosotros y, sin saberlo, un nuevo paradigma para las mesas de todos los hogares porteños.